Lectura de Hoy: SALMO 32:1-5
El primer paso para lograr una cura es reconocer que se está enfermo. El segundo, será buscar un remedio. La persona que no consigue sus objetivos presenta una situación semejante. El transgresor, en su insensatez, pretende ignorar los problemas. Enmascara la situación. A veces no sabe, o rehusa comprender, que todo está frente a los ojos de Dios. Para el ser humano, el conocimiento es sucesivo, obtenido paulatinamente. Por el contrario, el conocimiento de Dios es simultaneo, todo al mismo tiempo. El ve las cosas en su totalidad. Ese conocimiento divino se denomina OMNISCIENCIA. Dios nos conoce, total y perfectamente. Es por lo tanto pura tontería tratar de ocultar nuestras transgresiones. Necesitamos encararlas y combatirlas. Sin tratamiento, una enfermedad prosigue, corroe y acaba con la vida. De la misma manera, el acto de esconder un pecado en nuestro corazón es un indicio de muerte espiritual. Ocultar las transgresiones trae desgracia, derrota y ruina, más la confesión y el abandono del pecado traerá el perdón misericordioso y la paz. Debemos orar así, diariamente: Señor, ayúdanos a ser sinceros delante de Ti, pues deseamos recibir tu misericordia y tu perdón en el nombre de Jesús. Amen.
Ildefonso Torres