Lectura de Hoy: Proverbios 27:15-16
Una forma conocida de torturar a un preso es colocarlo en una pequeña celda y dejar que gotas de agua caigan constantemente sobre su cabeza. Este tipo de tortura lleva a un prisionero a la locura.

Las actitudes de la esposa rencillosa son comparadas por el sabio rey Salomón con una “gotera continua”. Sus quejas, ironías, incomprensiones y críticas caen sobre la cabeza del marido, día tras día, llevándolo al descontrol emocional. El mundo de ella está lleno de egoísmo, de desamor y de soledad constante. No sabe construir, mas destruye con facilidad la armonía del hogar. Todos huyen de ella, pues vive en constante estado de guerra, enfrentándose a los que viven en su derredor como a posibles enemigos su lengua es afilada, sus palabras son constantes. Sufre y hace sufrir. Transforma su hogar en un verdadero campo de batalla. Una esposa así ya está derrotada.

Por el contrario, victoriosa es la esposa que teme al Señor. Esta es prudente. Substituye las rencillas por la comprensión y el amor. Si usted es una esposa rencillosa, pida a Dios que transforme su vida, ayudándola a ser amorosa, comprensiva y digna de su hogar y de su familia.

Ildefonso Torres