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Dios, evangelio, gobierno humano, honesto proceder, justicia, lealtad al prójimo, patria celestial, patria superior, patriotismo, peregrino, refugiado, vida benéfica
Lectura de Hoy: Hebreos 11:13-16
El cristianismo es como un refugiado. Vive en el mundo como un peregrino. Su vida se basa en la fe, porque anda en una dirección y a un destino definitivo, hacia una morada segura, una patria superior. En esto el cree. No es un espejismo en medio de las dificultades, los sufrimientos y las angustias de la vida, sino una certeza. La certeza de que Dios le preparó una ciudad. Naturalmente, su patria no tendrá fronteras, ni distinciones de lengua, raza, color o nacionalidad. Cristo será el único Señor, prescindiendo de cualquier tipo de gobierno humano.
La Patria Celestial no es una fantasía del cristiano, ni tampoco le impide participar de una manera activa y constructiva en el cuidado de una patria terrestre. Por el contrario, los principios de la Nueva Patria ya se reflejan en su comportamiento y en su carácter. Cristo ya es su Señor y sus principios le son ley. Así, el cristiano, siguiendo los principios del Evangelio, se distinguirá por su actitud moral, su honesto proceder , su cumplimiento de los deberes, su lealtad al prójimo, su defensa del derecho y de la justicia y todo esto no es más que patriotismo.
Que nuestra vida sea constructiva y benéfica, y con la ayuda de Dios podamos transmitir los a los demás la esperanza de una Patria Celestial.
Ildefonso Torres
Interesante
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