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creer, emocional, fe real, religiosidad vacia, resultados positivos, sentimental, sentir, suspiros
Estamos en la era de la religiosidad sentimental y emocional. Aunque debemos reconocer sin embargo, que existe la religiosidad formal y mecánica sin vitalidad, desprovista de calor humano y resultados positivos. Mas no debemos confundir la religiosidad vacía y formal con los sentimientos emotivos. Las emociones fuertes, como las lágrimas, los suspiros, el entusiasmo, las risas y los aplausos no son prueba de que alguien es sincero. Dios lo sabe y contempla el interior de nuestros corazones.
Estamos siempre corriendo el riesgo de colocar los sentimientos por encima de la fe. El riesgo de condenar a las personas que no pasan por las mismas experiencias religiosas que nosotros hemos pasado.
Es bueno recordar: el creer y el sentir no son antagónicos. Sin embargo, necesitamos estar conscientes de que una persona puede sentir algo sin poseer la verdadera fe en Dios.
La fe no depende de los sentimientos, pero los sentimientos deben depender y cimentarse en la fe.
Si usted se acerca a Dios con fe, procure vivir por la fe, y no por los sentimientos. Esto le dará seguridad pues, aun cuando usted no sienta nada, Dios estará a su lado, dirigiendo sus pasos, garantizándole la vida eterna.
Ildefonso Torres