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Reciba un nino 2
Lectura de Hoy: Mateo 18:5 Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.”

Cuidar de los niños es una rutina agotadora que llevamos a cabo todos los días; bañarlos, ponerles ropa limpia; alimentarlos; decirles lo que no deben hacer, aunque lo hagan; no dejarlos por unos segundos porque suben donde no deben o corren hacia el medio de la calle.

Es por eso que tenemos millares de niños mal educados, maltratados y abandonados. No todos están dispuestos a sacrificar su vida cuidando niños

El niño es dependiente e indefenso y, aunque exige mucho, corresponde con poco. Por eso el niño debe ser bien recibido, aceptado, amado y todo esto sin esperar mucho de ellos.

La verdad, sin embargo, es que este es el verdadero amor; la disposición a dar de si mismo, sin esperar nada. Es así como nos ama Cristo. Y es ese tipo de renuncia y de desprendimiento lo que Jesús exige de nosotros, si queremos ser sus discípulos.

Sabemos esto porque Jesús, cuando sus discípulos discutían sobre cuál de ellos sería el mayor en el reino de los cielos, tomo a un niño y lo coloco en medio de ellos, diciendo: “El que recibe en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí.”

Ildefonso Torres