Lectura de Hoy: Juan 7:24
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.”
Usted ve a un hombre malhumorado y piensa que él debe estar triste o que las cosas no le van bien. ¡Usted está equivocado! Tal vez este hombre no este malhumorado, después de todo. Tal vez tenga, o tenía, un corazón alegre y lleno de bondad. Quizá él sea alegre y extrovertido delante de sus conocidos.
Usted ve a una mujer de rostro alegre y escucha sus carcajadas y piensa que ella es una persona feliz. ¡Usted está equivocado! La mujer risueña pudiera estar escondiendo un espíritu amargo e irónico. Un corazón vengativo y cruel.
No podemos juzgar a las personas por las apariencias, por su corte de pelo, o por las ropas que visten. Jesucristo nos dejó una orden: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.” Sé que es muy difícil dejar de lado nuestras ideas preconcebidas para apreciar a las personas como ellas son en verdad. Sé que es difícil destacar las cualidades y la bondad de alguien.
Lo más fácil para nosotros es ver los defectos y criticarlos. Vamos a obedecer a Cristo, eliminando la discriminación, los prejuicios, la parcialidad y la crítica amarga. Vamos a dejar que el amor domine nuestras vidas y alcance a los que nos rodean.
Ildefonso Torres