Lectura de Hoy:Mateo 22:36-40
Vivimos en un mundo cruel e inhumano. Las personas son tratadas como si fueran objetos; como números; son tratados de acuerdo con su distinción y su cuenta de banco. Es por eso que mucha gente se siente rechazada, echada a un lado, ignorada.

¿Cuál es el problema? El problema es que le hemos dado la espalda a Dios y, por eso, no encontramos ningún valor en nosotros ni en los demás. Mucha gente vive como si Dios no existiese  lo que cuenta es lo material; las personas se miden de acuerdo a lo que tienen.

En un mundo materialista e inhumano, se pierde el respeto a los demás y se pierde el respeto por uno mismo. Esto es una tragedia, pues como seres humanos hechos a la imagen de Dios, tenemos un valor especial en este mundo. Según la propia Biblia, debemos amar al prójimo como a nosotros mismos. Si alguien no se ama siquiera a sí mismo, ¿cómo podrá amar a otras personas y a Dios?

La fe en Jesucristo puede cambiar lo que sentimos por nosotros y por los demás. En Jesús podemos percibir el valor real del ser humano delante de Dios. El dio su vida para salvarnos.

Confié en Jesús y sepa que usted es una persona muy especial.

Ildefonso Torres