Lectura de Hoy:Proverbios 16:7
Un siquiatra afirmó: “El desarrollo emocional de un niño depende de una relación estrecha, directa y continua con los padres.” Si esto es verdad, ¿cómo se las arreglarán los hijos de padres divorciados?

En los casos de separación de los padres, el 90% de los niños sufren, por creerse rechazados y abandonados. Las raíces, los lazos familiares, se están deshaciendo y los hogares comienzan a desmoronarse.

Si la esperanza entre marido y mujer causa dolor y tanta tristeza, peor aún es la separación entre el ser humano y Dios, su Creador. Según la Biblia, Dios es quien nos da vida, aliento y todo lo demás; por El vivimos, nos movemos y existimos. Fuimos creados por Dios para vivir en El y con El. Por otro lado, el pecado destruyó la relación perfecta que teníamos con Dios y causo una gran separación que solo puede ser salvada por Jesucristo, nuestro Redentor.

Para vivir en paz con las personas que nos rodean, necesitamos estar en paz con Dios. Si vivimos separados de Dios, ¿cómo podremos vivir en armonía con los demás? El arrepentimiento renueva nuestra relación con Dios y con los hombres; y la renovación trae armonía, paz y el fin de la separación y la alienación.

Ildefonso Torres