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Lectura de Hoy: Juan 14:1-10, Juan 10:10, Jeremias 29:11 Version RVR1960
Sería mejor si usted no tuviera necesidad de fingir. Sería mejor si usted no tuviera necesidad de esconder su tristeza y su infelicidad, por medio de una sonrisa forzada o de una frase como esta: “¡Todo está bien!”, dicha sin muchas convicciones.
La sonrisa en su rostro debe ser una señal, sin fingimiento, de un estado de paz interior, de confianza, satisfacción y verdadera felicidad.
En Jesús usted encuentra la llave de la alegría, de la felicidad verdadera.
¿Por qué Jesús? Porque El quita el pecado de nuestra vida. Él nos perdona. El perdón restablece nuestra paz con Dios, nuestra paz interior y nuestra paz con otras personas. Además, Jesús nos enseña el camino que debemos seguir en la vida. Cuando nos proponemos seguir a Jesús, vamos a evitar muchos sufrimientos y lágrimas. Con Jesús, es posible soportar los sufrimientos y las adversidades de la vida; pues Él nos da, una nueva visión de la vida y de la eternidad; además, claro está, su ayuda y consuelo.
En Jesús, usted descubre que la alegría y la felicidad no depende de las circunstancias, sean estas buenas o malas, sino de su comunión personal con Dios.
Busque a Jesús, encuentre en El, el sentido real de la vida. Entonces usted tendrá en su rostro una sonrisa natural, la sonrisa de aquel que es feliz.
Ildefonso Torres