Lectura de Hoy: Mateo 28:20 Versión=RVR1960
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Cuando el sufrimiento toca a nuestra puerta, el entusiasmo y la alegría de vivir salen por la ventana. De esta manera viven millares de personas. Más esto no tiene que suceder a aquellos que conocen a Jesús a través de una experiencia de salvación personal.

Con Jesús, el sufrimiento se enfrenta con esperanza y certeza. Sin Jesús y sin esperanza la vida no es más que cansancio y aflicciones; y cualquier pequeño problema se convierte en una montaña de dificultades. Jesús se coloca, diariamente, a nuestro lado. El conoce nuestros pasos y nos guía por el camino seguro. Jesús aclara nuestras ideas y nos conduce con mano firme.

Si un hijo nuestro grita pidiendo ayuda, soltamos todo y corremos para socorrerle. No es diferente con Jesús, quien dio su propia vida por nosotros. Su presencia a nuestro lado está garantizada. El mismo afirmó: “Y he aquí ya estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

La vida puede ser mucho más que un mar de lágrimas. Jesús es nuestra fuente de alegría y de paz.

Ildefonso Torres