Lectura de Hoy: Génesis 2:18, 1 Tesalonicenses 5:11-14 Version RVR1960
A todo el mundo le gusta ser independiente; hacerlo todo sin ayuda ajena, vivir sin depender de los demás. ¿No es verdad?

La autosuficiencia es muchas veces elogiada, al punto de que llegamos a hacer comentarios maliciosos sobre aquellos que no son auto-suficientes.

Sin embargo, Dios no ve las cosas de la misma manera que nosotros. Por eso Él dice: “No es bueno que el hombre este solo…”

Dios nos creó para que viviéramos en comunidad; para que nos ayudáramos los unos a los otros.

Cuando la tendencia a la auto-suficiencia nos ataca, debemos recordar la instrucción de Dios en la Biblia: “Por lo cual, animaos unos a otros…tened paz entre vosotros…También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.”

Es preciso comprender la manera en que Dios quiere que vivamos. ¡Es necesario tener valor y sabiduría para confesar nuestra dependencia!

Dios nos ha hecho seres dependientes, pues las personas que nos rodean nos lo demuestran; y a través de ellas, descubrimos nuestra belleza y nuestro valor.

Ildefonso Torres