Lectura de Hoy: 2 Pedro 1:5-7
Nosotros no somos los primeros en escribir una historia de guerras, violencias, crímenes e injusticias. Todos los pecados son viejos. Si lo analizamos con cuidado, el mundo no está peor de lo que siempre estuvo. El problema estriba en que tenemos la tendencia a exagerar los defectos e ignorar las virtudes. En un grupo de amigos, la tendencia es a hablar sobre los defectos de unos u otros. Muy rara vez va usted a oír que alguien destaque las virtudes de las personas.

Haga hoy un compromiso con usted mismo a observar y elogiar las virtudes de las personas que lo rodean. Una palabra de apreciación, un incentivo, un agradecimiento, son pequeñas cosas que pueden cambiar el medio en que vivimos. Los problemas, las decepciones, los sufrimientos, aunque sean pequeños, nos hacen olvidar por completo todo lo bueno que nos ha sucedido.

Dios, que nos conoce muy bien, dice muchas veces en la Biblia que debemos ser agradecidos, acordándonos de su protección y de su provisión. El ejercicio de la gratitud nos obliga a fijarnos en los aspectos positivos y buenos de la vida y nos devuelve la confianza en un Dios que no nos abandona, ya sea en la alegría como en la tristeza, en las buenas o en las malas.

Ildefonso Torres