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VENCIENDO LA COMPETENCIA Y LA AMBICIÓN
Lectura de Hoy: Romanos 13:8; Proverbios 1:19; Hebreos 13:5 Version RVR1960
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Romanos+13%3A8%3B+Proverbios+1%3A19%3B+Hebreos+13%3A5&version=RVR1960
En general, las crisis financieras ayudan y tienden a unir a los cónyuges. Oímos decir: “Si no sabemos lo que vamos a comer mañana, tal vez mi esposa no se preocupe tanto con mis manías.”
Las pequeñas disputas y las cuestiones sin mucha importancia pierden el valor ante una crisis aguda. Sin embargo, si la crisis financiera se convierte en una rutina, especialmente por falta de control de los gastos de uno o de los dos cónyuges, acaba por provocar malos entendidos, agresiones y hasta divorcio.
En la lucha por tener altos salarios y despensas bien surtidas, es necesario vencer la competencia y la ambición. Debemos estar conscientes de la sociedad materialista y de consumo que nos rodea. El interés de la propaganda es crear en nosotros una fuerte convicción de que necesitamos aquel televisor de 75 pulgadas. Un televisor común sería suficiente, o quizá seríamos más felices sin televisor alguno. Sin embargo, y debido a la propaganda, creemos necesitar un televisor extra grande. Nuestros vecinos ya lo tienen, y pensamos que nos estamos quedando atrás. Hacemos un préstamo y distribuimos los pagos por espacio de veinticuatro meses; dejando de lado a aquello que dijo Dios: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.”
Además el apóstol Pablo nos presenta una lista de los actos pecaminosos de la carne, incluyendo la ambición egoísta junto con la inmoralidad, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras y orgías.
Así son las sendas de la gente ambiciosa: ¡Su propia ambición les quita la vida!
Dios nos dice: “Procuren vivir en paz, y ocuparse de sus negocios y trabajar con sus propias manos, tal y como les hemos ordenado.” “Vivan sin ambicionar el dinero. Más bien, confórmense con lo que ahora tienen, porque Dios ha dicho: ‘No te desampararé, ni te abandonaré.’”
Ildefonso Torres