Lectura de Hoy: Hebreos 11:3 Versión RVR1960

En el 1977 la sondas robóticas espaciales americanas denominada Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas al espacio. Entre algunas misiones una de las sondas estuvo veintidós horas recorriendo los anillos del planeta Saturno. De allí envió muchas fotos a los laboratorios de la NASA.

Con asombro, los científicos recibían nuevas informaciones. Las palabras que más se oían eran: “Increíble”,”Sorprendente”, “Asombroso”. Uno de ellos decía: “En el extraño mundo de los anillos de Saturno, lo extraño es normal. Desafía la imaginación que esto en realidad exista. Los trazados de los anillos son difíciles de entender. Vemos y no creemos”.

Si un pequeño planeta como Saturno deja intrigados a los científicos, ¿ha pensado usted lo que pudiera suceder si tuviéramos muchos más detalles sobre los millones de planetas, estrellas y galaxias que pueblan el universo?

¿Cómo surgió todo eso? ¿Fue acaso por casualidad? Sin duda, el universo habla de la existencia de Dios. Pero es preciso creer para ver; como dice la Biblia: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

Si usted puede creer, sabrá que Dios existe y que El creó todas las cosas. Y lo más importante, ¡El creó su vida y se interesa por ella!

Ildefonso Torres