Lectura de Hoy: Marcos 7:21-23 Version RVR1960
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Al contemplar tanta corrupción, tanta maldad, tanto egoísmo y tanta violencia, pensamos: “Todo está perdido, no hay esperanza para la humanidad. Parece que ya no hay lugar para la bondad, la fraternidad, el amor, la comprensión entre las personas. El poder de la maldad se ha regado por todas partes; generando odio, enemistad, peleas y hasta muerte”.

Usted no puede ver la muerte, no puede tocarla, pero puede sentir sus efectos. La maldad proviene de lo más íntimo, del interior del corazón de las personas. El Señor dice: “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.”

Sin embargo, no todo está perdido. Cuando pensamos: “El bien fue derrotado una vez más; sin embargo, de las cenizas se levanta de nuevo para verdad y para justicia. El odio, la violencia, la mentira, la envidia, crucificaron a Jesús. En la obscuridad de aquel día, las fuerzas del mal pudieran haber danzando y celebrado la victoria. Pero eso no sucedió. Jesús se levantó a la vida, venciendo la muerte y todo el pecado que ella representaba. Era la fuerza y el poder del amor de Dios triunfando sobre el odio y la maldad.

Haga el bien, permanezca al lado de Jesús, practique el amor. Este mundo no será transformado por el odio y la violencia, sino por el poder de la justicia y el amor de Dios.

Ildefonso Torres