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compromiso, Compromisos, cumpliendo, Dios, estabilidad, estable, fragilidad, Matrimonio, serio
Lectura de Hoy: Salmo 139:1-4; Mateo 12:36-37 Version RVR1960
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¿Cuál es la base de un matrimonio estable? ¿Será el amor o el romanticismo? ¿O será, quizá, la seguridad económica? ¿Estará esta estabilidad basada en la preparación cultural?
El matrimonio tiene su base en un compromiso serio, voluntario y personal. Generalmente, este compromiso se hace en público, en presencia de parientes, amigos y testigos. El hombre y la mujer prometen amarse, honrarse y ser fieles uno al otro hasta la muerte. Estas promesas se acostumbran a hacer ante la iglesia y ante Dios.
El Dios eterno sabe de todas las palabras pronunciadas y de todos los compromisos hechos. Por lo tanto, es necesario tomar en serio y no quebrar el compromiso llevado a cabo con la persona con quien nos hemos casado a quien prometemos amor y lealtad para siempre.
Cuando un hombre y una mujer son capaces de decirse uno al otro: “A pesar de todas las crisis, he prometido amarte, honrarte y serte fiel, y mantengo mi palabra”. Es como si una puerta se abriera para la solución de los problemas más difíciles y, si fuera necesario, restablecer la alegría y la comprensión entre los cónyuges.
El compromiso de amor entre los cónyuges está sujeto a la fragilidad de los sentimientos humanos y es Dios mismo quien nos ayuda a cumplir estos compromisos.
Ildefonso Torres