Lectura de Hoy: Mateo 9:11-13 Versión RVR1960
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Mateo+9%3A11-13&versión=RVR1960
El ser humano necesita reconocer y admitir su propio pecado. Esta es una de las exigencias más difíciles del cristianismo.
La gente ve con facilidad los errores y defectos de otras personas, pero no admite sus propios errores. Si alguien nos critica, quedamos amargados, y siempre encontramos alguna razón para justificar nuestras actitudes.
La verdad es solo una: Nadie es perfecto. Pecamos en nuestra manera de pensar y de actuar; pecamos cuando el egoísmo nos vence y dejamos de hacer el bien.
Si alguien está enfermo pero continúa diciendo que no lo está, va a morir sin recibir atención médica.
Necesitamos admitir y reconocer nuestro pecado para recibir de inmediato el remedio de Dios. El remedio de Dios es perdón y vida nueva. Estas son las palabras de Jesús: “Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”
Admitir y confesar nuestro pecado no es cosa fácil. Comienza con un gesto de humildad, sigue por el camino del arrepentimiento y termina en una decisión seria de cambiar nuestras actitudes y nuestra vida.
Una cosa es cierta, cuando admitimos y confesamos nuestro pecado llegamos a mirar los defectos de los demás con mayor comprensión y paciencia.
Ildefonso Torres