Lectura de Hoy: Juan 10:11-16 Versión RVR1960
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¿Conoce usted a un pastor de ovejas? Tal vez conozca a algún vaquero, sin embargo, un pastor de ovejas es algo raro en nuestros países. En la época de Jesús, había muchos pastores de ovejas, y el usó el ejemplo del pastor de ovejas para hablar de su cuidado por nosotros. En la época de Jesús, el pastor de ovejas cuidaba de su rebaño en el campo abierto. Él siempre se encontraba al frente de su rebaño, conducía al rebaño a los lugares donde se encontraba el mejor pasto. El conocía, una por una, a todas sus ovejas, sabía cuál de ellas necesitaba mayor cuidado y la cargaba al hombro si era necesario.

Abandonar  a las ovejas ante el ataque de un animal salvaje, ¡nunca! Sería un acto de cobardía de parte del pastor. Él estaba dispuesto a dar su vida, si era preciso, para salvar a sus ovejas.

Jesús habla de pastores de ovejas; sin embargo, se refiere en realidad a pastores de seres humanos. El pastor de seres humanos debería ser como el pastor de ovejas: siempre dispuesto a conducir a las personas a los verdes campos del conocimiento de la voluntad de Dios y a las aguas cristalinas y refrescantes que avivan el espíritu.

El pastor del rebaño humano debería conocer a cada persona y estar listo a compartir su vida, arriesgándola si fuera necesario, y morir por sus ovejas. Solo Jesús, el buen pastor, reúne todas estas cualidades. ¡Por eso es llamado el Buen Pastor!

Ildefonso Torres